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The Hidden Business of the Internet: el usuario como producto

privacy is not a crime - usuario como producto

Hace un par de años, cuando saltó a la luz el caso Snowden y el espionaje masivo en la red por parte de la NSA, Edward Snowden, el hoy prófugo de la justicia de Estados Unidos y antiguo analista de la NSA, lanzó un mensaje navideño muy inquietante sobre la privacidad en Internet: “un niño nacido hoy crecerá sin tener conciencia de lo que significa la privacidad”.

La frase, sin duda alguna, es bastante lapidaria pero muestra muy bien lo que ocurre cuando, al final, el usuario se transforma en un producto de las empresas de Internet. Dicho de otra forma, cuando un servicio es gratuito, lo normal es que éste nos obligue a consumir publicidad o, de alguna forma, esté procesando los datos que generamos durante el uso para compartirlos con terceros y esto es lo que solemos denominar “usuario como producto”.

La Fundación Mozilla, que es la responsable del navegador Firefox, lleva tiempo posicionada como defensora de la web abierta y garante de la privacidad del usuario. Precisamente, con la idea de mostrar cómo puede el usuario convertirse en producto, decidió filmar un vídeo en Hamburgo (Alemania) en el que convirtió a un grupo de 12 viajeros que compartían apartamento en auténticos productos de anunciantes y servicios de Internet. ¿La idea? Convertir el apartamento en un “gran escaparate” para exponer las vidas de sus ocupantes y, de esta forma, mostrar de manera gráfica como las grandes empresas de Internet comercian con nuestros datos personales al no respetar nuestra privacidad.

Quizás el vídeo pueda parecer una gran exageración pero, como bien indica su título (“The Hidden Business of the Internet”), estas son las cosas que ocurren realmente cuando usamos servicios como Google o Facebook; el usuario se convierte en un producto, por ejemplo, para los anunciantes. Nadie niega que los servicios de Google sean cómodos y que su personalización sea genial (nos facilita mucho la vida); sin embargo, uno debe ser consciente que la comodidad y la gratuidad llevan parejo que se comercie con nuestros datos y con nuestra propia actividad.

¿Estamos de acuerdo en ello? Si usamos los servicios (e hicimos clic en “acepto los términos y condiciones de uso”), en principio debemos ser conocedores de lo que ocurre. Una buena forma de darse cuenta de la capacidad de recopilación de datos de, por ejemplo, Google es pasearnos por el “historial de nuestra cuenta”. Que queremos dejar de ser “usuarios tratados como productos”, entonces quizás tengamos que replantearnos los servicios que usamos y apostar por otras alternativas.

Five Data Privacy Principles from Mozilla (Put on a museum wall) 2014

No hace mucho, Edward Snowden publicó algunos consejos a tener en cuenta para mejorar nuestra privacidad en la red y, a estos trucos, podemos sumar el uso de DuckDuckGo, Tails o ShadowCrypt y navegadores como Firefox.

Por tanto, si queremos dejar de ser “usuarios tratados como productos”, quizás tengamos que adoptar algunos cambios en nuestro uso de los servicios disponibles en la red. Si no queremos cambiar nuestros hábitos de manera radical, creo que es bueno que, como mínimo, seamos conscientes de los servicios que usamos y qué estamos dando a cambio de su uso y disfrute.

Imagen de cabecera: Jürgen Telkmann en Flickr

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