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Good Leaver y Bad Leaver: regulando la salida de los socios de una startup

Good Leaver y Bad Leaver: regulando la salida de un socio en una startup

Ya estamos en 2021 y toca retomar la actividad en el blog con un tema al que llevaba dándole vueltas bastante tiempo y que tiene que ver con los socios fundadores de una startup y los pactos de socios: las cláusulas de good leaver y bad leaver.

La verdad es que nunca he escrito nada sobre pactos de socios (me lo apunto para desarrollar el tema) y, sin embargo, es uno de los hitos clave en una startup que está en fase inicial.

¿El motivo? Toca poner sobre un papel cuáles serán las “reglas del juego”, es decir, cómo van a funcionar las relaciones en la empresa: cómo se toman decisiones, cómo dirimir los conflictos, qué compromisos adquieren los socios, cómo se da entrada a un nuevo socio e, incluso, cómo sale un socio de la empresa.

Precisamente, este último aspecto (cómo sale un socio de la empresa) es lo que vienen a recoger las cláusulas de good leaver y bad leaver que, básicamente, reflejan la “buena” y la “mala” salida de un socio de la compañía.

Vamos a verlo en detalle.

1. El origen del good leaver y bad leaver

Como decía al inicio, la redacción del pacto de socios es un “momento clave” en una startup porque habla de compromiso entre los socios y el proyecto pero también habla de las reglas del juego a seguir.

Esta “hora de la verdad” genera tensiones en algunas startups y hace que afloren conflictos entre los socios fundadores por conversaciones que, hasta ese momento, no habían tenido y que ponen sobre la mesa diferentes visiones o, incluso, situaciones (por ejemplo socios a tiempo parcial y socios a tiempo completo).

#entrepreneurfail EmotionalRollerCoaster

A estos roces iniciales hay que sumarles el día a día y su “montaña rusa” que también hace aflorar tensiones por distintos mindsets, asimetrías en carga de trabajo o dedicaciones e, incluso, cambios de situaciones personales o profesionales en algunos de los socios.

A veces, estas crisis se resuelven hablando y, otras veces, terminan provocando la salida de alguno de los socios de la empresa y, ante esta posibilidad, el pacto de socios debe ser capaz de habilitar mecanismos de salida de los socios de la empresa.

¿Y para las salidas no está el vesting? Efectivamente, el vesting es un mecanismo para anclar a los socios al proyecto y marcarles unos objetivos para que, de partida, no ostenten la propiedad de su participación en el negocio. Dicho de otra forma, si un socio se marcha antes de la permanencia marcada, típicamente, se iría sin haber consolidado todas sus participaciones.

Pero no siempre el mecanismo de vesting cubre todas las situaciones que pueden ocurrir con la salida de un socio y, por tanto, requiere de cierta modulación y aquí es donde entran en juego, precisamente, las cláusulas de good leaver y bad leaver.

2. El good leaver o “irse a las buenas”

La cláusula de good leaver, como su propio nombre indica, está orientada a definir la salida de socio “a las buenas”, es decir, bajo un acuerdo consensuado por todas las partes.

Aquí se pueden dar varios casos o situaciones.

Para empezar, se asumen que son situaciones de good leaver aquellas que no son controladas por el socio que se marcha. Es decir, situaciones como:

También podría entrar dentro del good leaver alguien que se marcha habiendo cumplido sus compromisos con la empresa:

Por ejemplo, que un socio decida marcharse para abordar nuevos proyectos tras cumplir su período de permanencia en la compañía (marcado por el vesting o marcado por los inversores en el pacto de socios tras una ronda). En este caso, el socio que se marcha tiene consolidadas sus participaciones y seguiría siendo socio de la startup aunque no estaría en la gestión de la misma.

En el “good leaver“, el socio que se marcha mantiene sus participaciones consolidadas y esto deja a la startup en una situación no favorable en su cap table porque hay un socio que ya no está en la empresa y mantiene una participación relevante (dead equity).

Aquí entran en juego, por ejemplo, mecanismos de compra de la participación por parte del resto de los socios a un precio pactado (el de good leaver, por ejemplo, a valor de mercado) para así reconfigurar el cap table (algo que también tiene que incluirse en el pacto de socios).

good leaver acuerdo

3. El bad leaver o “irse a las malas”

La salida de un socio por bad leaver sería aquella en la que la causa de la salida es el propio socio por incumplimientos de sus obligaciones.

Dicho de otra forma, el socio se marcha de la empresa:

En estos casos, el socio que se marcha por estas causas suele salir bastante penalizado puesto que está obligado a vender sus participaciones (incluso las consolidadas) a un valor por debajo de mercado (valor nominal, por ejemplo, lo que viene siendo a 1 euro).

bad leaver

4. El precio pactado en el good leaver y en el bad leaver

¿Y a qué precio se compran las participaciones de un socio que se marcha? Pues depende, como ya hemos comentado, si se va por good leaver o por bad leaver.

Para empezar, el valor de estas participaciones se puede fijar por distintos métodos:

Qué método usar y si se aplican o no descuentos es algo que estará vinculado a la causa de la salida y se fijará en el acuerdo entre los socios.

Por ejemplo, Angels (el fondo de inversión de Lanzadera) tiene publicado el siguiente term sheet en el que recoge para el good leaver y el bad leaver las siguientes cláusulas:

Si cualquier Socio Fundador es baja empresa (lo acordaría el otro Socio Fundador junto con la mayoría de los socios inversores en proporción a su % en el capital social), el resto de socios o la sociedad tienen derecho a comprarle todas sus participaciones. El precio de la compra dependerá del tipo de salida:
“Bad leaver”: a valor nominal.
Good leaver”: a valor nominal más un variable/plusvalía que solo se pagará si hay una venta de más del 50% de la Sociedad. El precio variable será el equivalente a la valoración post-money de la última ronda que se hizo cuando el Fundador todavía era socio, siempre que dicha valoración sea igual o inferior a la valoración de la Sociedad en la venta que activa el precio variable/plusvalía; si fuera superior, cobrará el equivalente a la valoración de la Sociedad en dicha venta.

Resumiendo, en este caso de Angels, hay un fijo que es el valor nominal y, en el caso del good leaver, hay una cantidad que se abonará si hay una venta de más del 50% de la sociedad.

El Pacto de Socios de Vicente Muñoz para la aceleradora Lazarus recoge lo siguiente para el good leaver:

Aquel socio fundador que tenga la consideración de Good Leaver podrá abandonar su relación laboral o contractual con la startup y permanecer como socio a su libre elección.
(*)Opción (si no se le permite quedar sólo como socio no trabajador): deberá vender sus participaciones a la startup a precio de mercado que será valorado conforme a la cláusula 3.5 del presente pacto de socios fundadores (en este caso se fija un derecho de adquisición preferente de sus participaciones para socios fundadores en detrimento del resto de los socios. Ver cláusula 3.4)

Y, en el caso del bad leaver, la propuesta es la siguiente:

En el caso de que la salida se produzca incumpliendo la cláusula de permanencia, el socio saliente deberá vender a la startup 1/24 de sus participaciones por mes que falte para cumplir su pacto de permanencia (24 meses) a valor nominal y el resto al 50% del valor de mercado establecido en la cláusula 3.5 del presente pacto de socios fundadores.

En el caso de que la salida del socio incumplidor se produzca cuando la sociedad tenga un valor razonable de venta inferior a sus recursos propios, el socio incumplidor tendrá la obligación de pagar a la startup una multa de 10 veces el valor nominal de sus participaciones, independientemente de si la startup ejecuta la opción de compra que le corresponde.

5. Antes de usar el bad leaver siempre es mejor hablar y negociar

¿Y por qué este tema? Porque, como decía en el inicio, era un tema al que le llevaba tiempo dándole vueltas porque he vivido de cerca algunas situaciones de salidas de socios en los que se ha optado por la vía unilateral del bad leaver.

Aunque las “normas de juego” del pacto de socios están para cumplirlas y usarlas, no todo se debería reducir a un bad leaver y aplicar la salida forzada de un socio al coste más bajo… creo que es mejor hablar, negociar y pactar una salida digna, sobre todo, cuando las fronteras no están claras.

Dicho de otra forma, a veces hay situaciones en las que la empresa va a tomar un nuevo rumbo y en dicho rumbo no encaja algún socio. También hay situaciones en las que un socio no rinde al nivel de los demás aunque cumple con su cometido y obligaciones y, no por ello, es una “mala salida”…

Por tanto, creo que es muy razonable hablar primero, poner sobre la mesa la situación y exponer por qué un socio debería salir para plantear ese acuerdo de salida, evitando así usar el bad leaver como un arma arrojadiza para evitar las “conversaciones difíciles”.

Como dicen los abogados, “es mejor un mal acuerdo que un buen juicio” porque aplicar el bad leaver puede suponer que el socio saliente acuda a juicio a defender sus intereses y luchar para que se le reconozca un good leaver (alegando que es el consejo o la junta de accionistas el que lo saca de la empresa aún habiendo cumplido sus funciones) y que la situación se dilate en el tiempo.

Espero que todo esto os pueda resultar de ayuda.

Nos leemos pronto.

Imágenes: Giphy, Ono Kosuki en Pexels, Entrepreneur Fail, Fauxels en Pexels y mentatdgt en Pexels

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